Si no habéis visto "Ciudadano Kane", no leáis el primer párrafo
de esta entrada, porque voy a hacer un spoiler como una catedral. Y de paso
deciros que no sé a qué estáis esperando para verla, la verdad.
A punto de morir, Charles Foster Kane pronuncia en dos ocasiones la palabra
"Rosebud". Un periodista investiga qué o quién era Rosebud. Al final
de la película, con la apoteosis musical correspondiente, descubrimos que
Rosebud era el trineo con el que Kane, de niño, golpeó al individuo que se
llevó a la criatura para convertirlo en un emperador mediático. La escena
transcurre mientras cae la nieve en el exterior de la granja en la que Kane
vivía con sus padres. Al final, ese trineo es incinerado junto con otras
pertenencias de Kane. El hombre había olvidado por completo sus orígenes, la
granja en la que vivió, el tríneo, los paisajes... Al ver la nieve en una
bola de cristal, Kane recupera de repente, ya tarde, aquella infancia perdida.

No pude evitar pensar en esta escena mientras Roberto me explicaba su obra
con el entusiasmo del verdadero artista. Justo al contrario que Kane, Roberto
ha tenido siempre presentes sus raíces, sus paseos, las sensaciones que tuvo
cuando era niño y paseaba por Peñíscola cerca de la torre Badum, uno de los
elementos más icónicos de su vida y de su obra. Porque la vida de Roberto
también es su obra, y viceversa. Y lo más importante: el descubrimiento que
hice en la exposición es que, además de buen pintor, es también un maestro a la
hora de transmitir sus vivencias y su arte a quien le escucha mientras
contempla los cuadros.

Ni siquiera conocía esa faceta suya. Roberto y yo hemos bregado durante
muchos años en un mundo que definió muy bien un amigo común: "la
construcción es el paso previo a la delincuencia". Un mundo duro,
correoso, triste y gratificante a partes iguales, donde hemos tratado con
contratistas insufribles y propiedades intratables, compañeros maravillosos y
ejecutivos de medio pelo, jefes apaches y pistoleros sanguinarios. Todo cabe en
un gremio capaz de revitalizar la economía y de hacerla sangrar al mismo tiempo.
Un gremio en el que la experiencia te curte y te machaca, y en el que apenas
cabe cualquier atisbo de sensibilidad o romanticismo.
Y sin embargo no me sorprendió demasiado cuando Roberto me invitó a
principios de verano a visitar su exposición. Siempre he tenido con él, tanto
en el lado humano como en el profesional, la sensación de elegancia, incluso en
los momentos más tristes que hemos vivido. El hecho de que pinte no hace más
que corroborar esa sensación.

Roberto sublima sus vivencias, su vida, mientras te explica como daba
vueltas con una bicicleta parecida a la que se puede contemplar en uno de los
cuadros. Refleja sus inquietudes, sus miedos, sus alegrías, con un estilo muy
personal y a la vez atractivo. Experimenta continuamente con cada obra,
planificándola casi al milímetro, pero dejando también una ventana
abierta a la improvisación. Se nota su oficio de Arquitecto en cada trazo, en
esas sombras magistrales, en esas perspectivas mágicas. Al hilo de sus palabras
se mueven muros de mampostería, nubes, barcos en la ensenada, máscaras de sus
recuerdos. La singladura está siempre presente, ese viaje que a lo largo de una
vida plena le ha traido hasta aquí. En la obra titulada "Singladura",
mi preferida, Roberto despliega los muros de la torre Badum "como si
tuvieran bisagras", para contemplar el mar, su mar, desde el interior. Lo
que ve desde la torre le encanta: su barco regresando a puerto, su mar
mediterráneo, la noche, la proximidad de la casa, el malecón... Imposible no
pensar en Ítaca, en esas Ítacas que nos fabricamos a lo largo del viaje que
cada uno de nosotros haya decidido emprender.
Y si en ese viaje, o en esos viajes, nos acompañan buenos libros, momentos
inolvidables, amigos y familiares sensibles y sólidos, y pinturas como las de
Roberto, habrá merecido la pena emprenderlo.
Os he dejado por aquí algunas fotografías de la obra, pero si queréis
indagar más en profundidad, Roberto tiene un perfil muy interesante en
Instagram. Este es el enlace:
https://www.instagram.com/ralbaizar?igsh=MW9pbDJycHVmZDNzcg==
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