El viernes pasado se celebraron en LA LIVRERIA, un lugar que
se está convirtiendo por méritos propios en toda una referencia (teatro,
coloquios, exposiciones, poesía, libros y una barra para tomar algo mientras te
empapas de cultura) situado en la calle Martínez Izquierdo nº 9, muy cerquita
de Manuel Becerra, dos eventos entrelazados: la presentación de la novela “Detrás
del Cristal”, de Mayte Esteban, y el club de lectura sobre “As de corazones”,
de Antonia J. Corrales. Dos ESCRITORAS, así, con mayúsculas, a las que
considero amigas, que charlaron largo y tendido no sólo sobre las novelas
objeto del debate, sino sobre sus proyectos, sus ilusiones, su forma de hacer, de crear personajes, de entrelazar tramas… Las dos novelas son mucho más que
recomendables. Os invito y recomiendo encarecidamente su lectura. No creo que
se puedan encuadrar en un génro determinado, por mucho que se empeñen algunos
defensores a ultranza de determinados géneros en hacerse con ella. No. Tanto “As
de corazones” como “Detrás el cristal” trascienden, por su calidad y su
contenido, cualquier clasificación al uso. Son simplemente literatura, con todo
lo que comporta esa palabra, y de la buena, de la que te mantiene pegado al
libro hasta el final.
No voy a hablar de las dos novelas. Existen otros lugares
mucho mejores que yo y más cualificados para reseñar libros. Os recomiendo
leerlas, eso sí, pero si queréis más información tendréis que buscarla por
vuestra cuenta. Voy a hablar de las personas.
Conocí a Mayte después de leer “La arena del reloj”, un
libro suyo que me marcó. Se lo dije una vez y se lo repito hoy en esta entrada:
aquel libro me removió las entrañas hasta el punto de volver a levantarme y
empezar de nuevo a vivir con más ganas. Algo así es muy difícil de olvidar. Me encantó el
libro, y me encantó ella, su ilusión, su filosofía de vida, su afán por
escribir, por transmitir sus emociones, que son muchas, al papel. Se puede
decir que Mayte es literatura en estado puro, siempre imaginando, dando vueltas
a lo que escribe, perfeccionando un arte que sin duda lleva metido en la
sangre.
Otro tanto puedo decir de Antonia J Corrales, aunque a ella
la conozco en persona desde hace menos tiempo que a Mayte. Su forma de escribir
es contundente, directa, dotada de una gran belleza lingüística, de frases que
se te quedan grabadas para siempre en la memoria. Su literatura es como ella.
Comprometida, marcada por ese destino siempre incontrolable, y por el amor, que
también lo es. “Hay tres cosas que no se pueden controlar: nacer, morir y
enamorarse”, dice Antonia.
El viernes acompañamos a dos autoras que hablaban de sus
libros, pero había más, mucho más en aquel encuentro. Se vio la ilusión por el
trabajo bien hecho, y los sentimientos a flor de piel, la pasión por escribir.
Se detectaron la admiración y el respeto, por parte de los lectores, hacia todo
aquel que se decide a sentarse un buen día ante una hoja de papel en blanco y
se dispone a arrancarse sin compasión un trozo de su alma, porque eso, es, en
definitiva, el amor por la literatura. No se está en esto por dinero, o por
prestigio. No. Se está por necesidad, porque tanto Mayte como Antonia necesitan
exteriorizar toda la grandeza de alma, de imaginación y de pensamiento que
llevan en su interior. Ellas son mucho más creíbles que bastantes dinosaurios de la literatura, superventas mundiales, que lo único que hacen es escribir como forma de negocio. Eso no es literatura.
Un placer leerlas, y un lujo inmenso conocerlas en persona.
Os invito a disfrutar de su compañía.
Os dejo el enlace de la página de la Livrería, en la que la
terremoto Pepa, de “Pepa entre libros” (Pepa, no paras, eres un torbellino de
actividad, jajajaja!!) os atenderá con todo el cariño de alguien también
enamorado de la cultura y los libros.
Un fuerte abrazo a todos