jueves, 17 de mayo de 2012

Hambre

Muchos de vosotros recordaréis unas imágenes que se emitieron por televisión hace bastantes años, procedentes de Argentina, cuando el país estaba sumido en su terrible crisis. Se trataba de una niña que estaba muriendo de hambre. Recuerdo que también salía hablando un político, que a la pregunta de una mujer, de por qué estaba sucediendo aquello, de cómo era posible que alguien muriera de hambre a aquella altura del siglo en un país supuestamente adelantado, respondía, con gesto de abatimiento, “Señora, eso está sucediendo porque todos los políticos de este país somos una casta de hijos de puta”. No recuerdo si a partir de aquello empezaron a mejorar o no las cosas en Argentina, pero quiero creer que, en efecto, así fue.
Esta tarde estaba buceando en la página de RNE. Por curiosidad, he escuchado una entrevista que Juan Ramón Lucas le hizo ayer a Antoni Bruuel Carreras, coordinador general de Cruz Roja, a tenor de la presentación del informe de vulnerabilidad social.
El documento me ha parecido espeluznante. Os dejo el enlace y os invito a escucharlo detenidamente. Sólo dura siete minutos.
Cruz Roja está ayudando con alimentos a 1.100.000 familias, con ropa a 80.000, y con ayudas para la escolarización a 10.000 niños, cuyo número se doblará el año que viene. El 80 por ciento de las personas que atiende Cruz Roja, está por debajo del umbral de la pobreza, que se sitúa en los 628 euros al mes. Por el sarcasmo de la estadística, el porcentaje ha bajado del año pasado a este, cuando se situaba en el 90 por ciento. No nos engañemos. El umbral de ingresos estaba situado en los 700 euros mensuales, de ahí que haya bajado el porcentaje. El perfil de los que acuden a la ayuda es de formación secundaria e incluso superior. El riesgo, que antes se asociaba sólo a factores sociales, se asocia ahora a factores puramente económicos, y termina desencadenándose en fracaso escolar, problemas de alcoholismo, depresiones, etc.
Lo peor sucede hacia el minuto 4:33. Juan Ramón lanza una pregunta, una terrible afirmación, más bien, y Antoni Bruul la corrobora, no sin titubear un momento:
Antoni, en estos momentos hay familias que están pasando hambre en España
— Si, si, definitivamente. Hay familias que están pasando hambre y que además se aíslan cada vez más. Otro dato que nos preocupaba muchísimo es el aislamiento de las personas por vergüenza o por sentirse inseguras.
La entrevista sigue. Juan Ramón comenta que en programa de Jordi Tuñón, “Afectos matinales”, un hombre parado llamó para decir que le habían tocado cien euros, y que se los había gastado en carne. Antoni dice entonces que muchas familias son incapaces de adquirir proteínas, en forma de carne o pescado, ni siquiera tres veces por semana. La entrevista acaba con una frase de Juan Ramón. “hay gente, el vecino de cualquiera de nosotros, que vive en nuestra escalera a lo mejor, que no puede comprarse carne”.
Me he quedado de piedra. No son una, ni dos. Son 1.100.000 familias las que están recibiendo alimentos. Me ha dolido en lo más hondo ese aislamiento al que hace alusión Antoni, por vergüenza o por sentirse inseguras. No son ellas precisamente quienes deberían sentirse avergonzadas. Ni mucho menos. Ya doy por hecho que aquí no van a salir a la luz, no van a presentarse ante las cámaras de televisión, ante la ciudadanía, la caterva que de una u otra manera nos ha empujado a todos a este callejón sin salida. Y no me refiero sólo a los políticos, tanto de un signo como de otro, sino a todo aquel que tenga algo que ver con esta situación.
Me refiero a unos sindicatos inútiles, ineficaces, con la tripa llena de dinero público, a los que les importa un carajo el bienestar de los trabajadores, y de lo único que se preocupan es de llenar las arcas.
Me refiero a los inútiles e ineficaces gobiernos de socialistas y de conservadores, más preocupados en defender sus reinos de taifas, sus parcelas de poder, el voto inútil y cautivo de sus incondicionales con orejeras, que del buen gobierno que un país como el nuestro necesita. Unos incapaces que se escudan en la incapacidad del otro para justificar la suya.
Me refiero a los corruptos en Ayuntamientos y Comunidades, desde el alcalde o el presidente hasta el más irrisorio concejal de festejos. A todos ellos, y son muchos, que han esquilmado nuestro dinero en gastos superfluos, consejerías que no valen para nada, subvenciones absurdas, comisiones vergonzantes, recalificaciones monstruosas y adjudicaciones de obras en burdeles de lujo y mercados de droga.  
Me refiero a esos falsos patriotas, patriotas de mierda, a los que lo único que les importa es el orden y conservar sus rancios privilegios, aunque este se rompa para reivindicar unos derechos básicos, como lo son la educación, la sanidad o el I+D, que nos están robando para compensar a un sistema financiero que se arrogó las atribuciones de promotor universal de España sin tener ni puta idea del negocio, y que sigue manteniendo unos sueldos astronómicos para consejeros que no sirven para nada. Los verdaderos patriotas, los que protestan, lo hacen porque aman de verdad a su país y a sus gentes, y aspiran a la perfección, como dijo alguien en Twitter hace poco.
Me refiero a los defraudadores de todo tipo, a los que luchan denodadamente por seguir sin dar un palo al agua, o por conseguir una baja permanente a pesar de estar sanísimos. A los que viven de subvenciones inmerecidas, a los que son incapaces de mover un dedo para mejorar su entorno, resignados como están a que en este país, “quien no corre, vuela”. A esos obreros especialistas en el escaqueo, y a esos empresarios de casta superior,  anquilosada en un pasado hortera, casposo y tercermundista, incapaces de subir diez céntimos el sueldo a su personal, pero muy capaces de gastarse 100.000 euros en invitar al corrupto de turno a irse de cacería y de putas caras para conseguir una licencia.
Me refiero a esos arribistas, empleados en una empresa, capaces de remover Roma con Santiago, de dar los codazos que sean necesarios, de chupar las pollas que hagan falta, para conservar su sillón. A esos cobardes de mierda incapaces de reivindicar mejoras laborales o una mera estabilidad, que vamos perdiendo poco por nuestra dejadez y nuestra absoluta falta de empatía con lo que le ocurra al prójimo.
A todos ellos les digo que deberían ser ellos los que se avergonzaran, que deberían ser ellos los que se metieran en su casa para no salir jamás, hasta que se pudrieran de vergüenza.
Aquí no ocurrirá como en Argentina con aquella niña a punto de morir de hambre. Aquí no se verán en televisión las imágenes de la primera víctima de esa lacra impensable en un país soberano. Ya se encargarán los medios de comunicación, al servicio también de oscuros intereses que nada tienen que ver con el bienestar del país, de ocultarla convenientemente con alguna final de fútbol, único acontecimiento de mierda capaz de remover nuestras conciencias y sacarnos a la calle. Probablemente ya se haya producido alguna defunción por hambre.
Probablemente, como decía Juan Ramón Lucas al final, sea ese vecino nuestro, que vive en nuestra escalera, el que haya fallecido, y ni siquiera nos hemos enterado. Probablemente ni siquiera nos enteremos cuando seamos nosotros mismos los que muramos de hambre.

martes, 8 de mayo de 2012

Premios Liebster Blog Award: Palabras y mundos

Me llena de orgullo y satisfacción... No, espera. que me he equivocado de papel. A ver este: !Pedroooooooo....!. No, no, este tampoco es, seguro. Mira que estoy espeso hoy. Es que no se puede hacer esto, y sobre todo un martes...
El caso es que me han dado una gran sorpresa, que por supuesto no me esperaba en absoluto. El blog Con el alma prendida a los libros, magníficamente llevado por la infatigable lectora Montse, que se define de una forma acertada en TW de la siguiente manera: "Lectora compulsiva y bibliófaga. Adoro el arte y la historia. India y sabinera. Contradicción con piernas. Políticamente incorrecta. Y me pierdo en TW", ha tenido la gentileza de otorgarme el premio que da título a esta entrada.

Liebster Blog Award es un Premio que está ideado para recompensar, estimular y promocionar aquellos sitios de internet, cuyo número de seguidores no excedan de doscientos, pero que, "por su esencia y contenido merezcan ser dados a conocer a todos los rincones de la blogosfera".

El premiado tiene que elegir a su vez otros cinco blogs. Esta es mi lista. El de Montse debería figurar en ella en uno de los primeros lugares, pero lógicamente, no se debe repetir. Y los cinco premiados son:

1- El espejo de la entrada, de Mayte Esteban.
2- El niño vampiro lee, del niño vampiro.
3- La hermana cruel, de Ana Martínez.
4- El blog de Pilar Alberdi, de Pilar Alberdi
5- Las musas de Montse, de Montse Augé


Enhorabuena a los premiados, y ojalá que esta generosa iniciativa sirva para que los blogs que figuran en la lista sean visitados por un mayor número de personas. Se lo merecen.